sábado, 29 de octubre de 2016

LA FAMILIA COMO FACTOR DE RIESGO Y PROTECTOR DE LA SALUD MENTAL






INTRODUCCION

La familia es la institución que permanece a lo largo de la historia de la humanidad (Romero, 2002), es considerada como el principal  núcleo de socialización de sus integrantes (Cid & Pedrao, 2011) y está en la responsabilidad de  guiar a un hijo, desde el nacimiento hasta que logre su autonomía plena, al final de la adolescencia (Romero, 2012).  Si  la familia es una guía y es el medio donde mayor tiempo están los hijos, es fácil considerarla como un factor protector, no obstante, también puede convertirse en un factor de riesgo, cuando por ejemplo en casa hay mucha violencia, insultos y cualquier actividad que afecte contra la salud mental de sus integrantes.

A raíz de lo anterior,  resulta crucial profundizar en  el ámbito  familiar, debido a que ha sido uno de los ambientes mas investigados para buscar factores de riesgo o factores protectores (Quiroz, 2006), de ahí que la pregunta que nos tenemos que hacer es, la familia, ¿es un factor de riesgo o un factor protector de la salud mental?. El presente trabajo se encamina en base a ésta interrogante, reconociendo que lo aportado aquí solo es una pequeña porción del inmenso conocimiento que subyace.


I. GENERALIDADES

1. El concepto de familia

Según Quiroz (2006) la familia es el principal núcleo de interacción social, la principal fuente de influencia que tienen los niños desde que nacen, asimismo es un fenómeno universal que tiene funciones,  como proteger la vida y la crianza, favorecer el desarrollo sano de cada uno de sus miembros, así como la transmisión de las costumbres y tradiciones que conforman la cultura original de un pueblo.

2. El concepto de salud mental

Desde el punto de vista humanista, la salud mental es considerada como un estado relativamente perdurable, en el cual la persona se encuentra bien adaptada, siente gusto por la vida y está logrando su autorrealización (Carrazana, 2002). La salud mental también incluye bienestar subjetivo, autonomía, competencia y reconocimiento de las propias habilidades para hacer frente al estrés y trabajar de manera productiva (OMS, 2004).

Desafortunadamente en muchos países del mundo el concepto de salud mental  no se le toma la misma importancia que la salud física (OMS, 2004)

3. ¿Qué son los factores de riesgo?

Son ciertas características o cualidades de una persona que se encuentran unidas a una elevada probabilidad de dañar la  salud o impedir tener un adecuado desarrollo (Quiroz, 2006)

4.¿Qué son los factores protectores?

Son condiciones o entornos que tienen la capacidad de fortalecer o  favorecer el desarrollo de los individuos (Quiroz, 2006).


II. LA FAMILIA COMO  FACTOR DE RIESGO Y  FACTOR PROTECTOR DE LA SALUD MENTAL

El enfoque ecológico adoptado por la psicología Comunitaria afirma que la conducta de las personas no solo es explicada por factores individuales sino que es imprescindible poner atención en el funcionamiento de las instituciones sociales (Montero, 20049); ahora bien, si la familia es una institución social y como tal, influye directamente en sus integrantes, es importante que sea abordada y reafirmada como un factor protector de la salud mental de las personas, en el sentido de que fomenta en el niño o adolescente las expectativas futuras, permite y facilita la pertenencia a grupos, genera un adecuado desarrollo moral, influye en el desarrollo del autoconcepto y autoestima y previene conductas de riesgo propias del adolescente (Haquin, Larraguibel & Cabezas (2004)

A pesar del peso que tiene la familia en ser considerada como un factor protector, surge la necesidad de intervenir en ella porque también puede funcionar como un factor de riesgo, por ejemplo, el consumo de drogas en la adolescencia debido a malas prácticas en la familia; esto lo demuestra un estudio realizado por Muñoz y Graña  (2001), en la ciudad autónoma de Madrid con 1570 adolescentes; el  objetivo fue analizar la influencia de determinadas variables familiares en el consumo de drogas por parte de los adolescentes. Los análisis de regresión confirmaron que los principales factores de riesgo familiares para explicar el consumo de drogas eran la ausencia de normas familiares sobre el uso de drogas, los conflictos entre los padres y el adolescente y el consumo de alcohol por parte del padre.

Es válido resaltar, que la ausencia de uno de los padres en el seno familiar como el hecho de que uno de los padres vuelva a casarse, son factores de riesgo que predicen el consumo futuro de tóxicos de los hijos (Polaino, 1991, citado en Muñoz y Graña, 2001). Por otro lado, la ausencia de implicación materna, ausencia de disciplina parental, bajas aspiraciones de los padres también predicen el uso de drogas en los adolescentes (Kandel y Andrews 1987, citado en Muñoz y Graña, 2001).


Asimismo, Bragado, Bersabé y Carrasco (1999) sostienen que la crianza de los niños en familias con alto nivel de conflicto es un  factor de riesgo importante tanto para el desarrollo de trastornos de conducta en general  como para el consumo de sustancias.

Contrario a lo anterior las relaciones familiares positivas basadas en un profundo vínculo afectivo entre padres e hijos, constituyen factores protectores que predicen el buen comportamiento de los hijos. En el estudio realizado por Muñoz y Grana (2001) se encontró que uno de los factores de protección más importantes  es tener una buena relación de vínculo con los padres (Muñoz y Grana, 2001).



III. Investigaciones: Factores familiares protectores y de riesgo

Satander et al (2008) realizó un estudio en 825 adolescentes Chilenos, el objetivo fue determinar la prevalencia de factores de riesgo y de protección en los estudiantes chilenos, y estudiar la asociación entre el funcionamiento  familiar  y las conductas de riesgo en adolescentes. Los resultados demuestran que el riesgo de consumir sustancias psicoactivas, estar triste todo el tiempo, desesperarse e inquietarse, es mayor en adolescentes que perciben sus familias  como disfuncionales: vale decir, que una familia disfuncional constituye un factor de riego para los adolescentes.

Asimismo, Haquin, Larraguibel & Cabezas (2004), se encaminaron en un estudio que consistía en determinar factores protectores y de riesgo en salud mental en 1069 niños  y adolescentes de la ciudad de Cálama. Se encontró que  los factores de riesgo predominantes eran, falta de destrezas sociales y pertenencia a grupo, bajo autoconcepto/autoestima y situación familiar irregular. Los factores protectores más frecuentes eran: expectativas futuras, ausencia de conductas de riesgo social, de alcohol, drogas y ausencia de maltrato. El estudio demuestra que las familias pueden llegar a ser un medio de intervención para fomentar factores protectores y disminuir factores de riesgo.

En esta misma linea, Pedrao (2011) realizo un estudio transversal en adolescentes chilenas cuyo objetivo fue verificar los factores familiares protectores y de riesgo relacionados al consumo de drogas; se encontró que los factores de mayor riesgo, fueron el modo de enfrentar los problemas, y dentro de estos, la falta de apoyo religioso y la búsqueda de apoyo profesional, conjuntamente con las dificultades de comunicación intrafamiliares.

El ambiente familiar negativo a igual que  el maltrato, también son considerados factores de riesgo y a la vez predictores de la conducta antisocial, esta investigación fue realizada  por Quiroz (2006) en Mexico, los resultados demuestran que los principales predictores de la conducta antisocial son: mayor presencia de hostilidad y rechazo, menor comunicación por parte de los hijos y mayor disciplina negativa por parte de la familia.

Esto conlleva a pensar que debemos prevenir dicha problemática mejorando las relaciones familiares y brindándole a los adolescentes un ambiente familiar positivo que les permita un sano desarrolló (Quiroz, 2006).


COMENTARIO ANALITICO

La familia representa una estructura dinamica conformada por dos caras de una misma moneda, por un lado es un factor protector y por otro representa un factor de riesgo, es sobre la base de este último que se debe empezar a trabajar, a partir de ello surge la necesidad de desarrollar intervenciones específicas encaminadas no solamente a reducir los factores de riesgo como menciona Velasquez et al (2002), sino a elaborar intervenciones que promuevan el desarrollo de factores protectores en la familia como por ejemplo el entrenamiento de los padres en las habilidades de la crianza, la comunicación, la supervisión, la interacción social, y las actividades planeadas;  es importante enseñar habilidades sociales a los hijos y enseñar  a controlar su ira y a solucionar sus problemas.


CONCLUSIONES

La familia como tal presenta una dicotomia de funciones, por un lado es un factor protector y por otro, es un factor de riesgo de la salud mental.

Los estudio descritos rescatan la importancia de la función de protección de la familia y la prevención de conductas de riesgo. Asimismo promueven la urgencia de promover acciones para fortalecer a la familia, considerándola como un factor protector importante en la prevención de conductas de riesgo en adolescentes.

A partir de ello surge la necesidad de crear programas orientados al refuerzo de la comunicación y fortalecimiento de lazos saludables en familias con hijos adolescentes.



Enlaces





Referencias bibliograficas


Carrazan, V. (2002). El concepto de salud mental en psicología humanista–existencial. Scielo; 13 (1), http://www.scielo.org.bo/pdf/rap/v1n1/v1n1a01.pdf
Organización Mundial de la Salud (2004). Invertir en Salud Mental, http://www.who.int/mental_health/advocacy/en/spanish_final.pdf
Muñoz, M & Graña, J. (2001). Factores familiares de riesgo y de protección para el consumo de drogas en adolescentes. Psicothema; 13(1):87-94. http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=72713113

Montero, M. (2004). Introduccion a la Psicologia comunitaria. Argentina. Editoria Paidos.

Satander et al, (2008). Influencia de la familia como factor protector de conductas de riesgo en escolares chilenos. Rev Méd Chile; 136: 317-324  http://www.scielo.cl/pdf/rmc/v136n3/art06.pdf.   
Haquin, C.; Larraguibel, M. & Cabezas, J. (2004). Factores protectores y de riesgo en salud mental en niños y adolescentes de la ciudad de Calama. Revista chilena de pediatría, 75(5), 425-433 http://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0370-41062004000500003
Romero, R. (2003). Factores protectores a nivel familiar. Departamento de Pediatría Obstetricia y Ginecología. Universidad de Valencia,  http://www.uv.es/~colomerj/fundacion/familia.htm
Quiroz, N. (Nieves). La familia y el maltrato como factores de riesgo de conducta antisocial. Tesis para obtener el grado de licenciada. Mexico. http://www.uade.inpsiquiatria.edu.mx/pagina_contenidos/tesis/tesis_nieves.pdf
Pedrao, J. (2011). Factores familiares protectores y de riesgo relacionados al consumo de drogas en adolescentes. Revista Latino-Am.Enfermagem, 19 (), 738-745, http://www.producao.usp.br/bitstream/handle/BDPI/3149/art_PEDRAO_Factores_familiares_protectores_y_de_riesgo_relacionados_2011.pdf?sequence=1&isAllowed=y

lunes, 24 de octubre de 2016

LA CONVIVENCIA SALUDABLE

Resultado de imagen de convivencia saludable"Aprender a convivir en armonía y en paz, es un requisito indispensable de una convivencia Saludable 


INTRODUCCION

Todas las personas “convivimos con otros”, compartimos espacios, recursos (físicos, sociales o simbólicos) e instituciones educativas en cualquier nivel y modalidad (Viscardi, 2012). Es así que mientras compartamos este medio con otras personas es importante aprender a convivir de manera saludable.

En este apartado, se pretende abordar la convivencia saludable desde una perspectiva teórica, sin embargo, existe la posibilidad de implementar proyectos de vida saludable, aunque, para llevar adelante  cualquier proyecto de intervención es necesario conocer en profundidad la realidad antes de actuar en ella.



I. CONCEPTOS ESCENCIALES

Convivencia

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El MINSA (2013), define la convivencia como “la situación de vivir junto a otra persona o personas y compartir el mismo espacio y los mismos recursos”, en otras palabras es la “interrelación que se establece entre dos o más personas en el proceso de vivir juntos y compartir”.

Convivencia saludable

La Convivencia Saludable es la “condición y el estado de relacionarse con los pares, padres, amigos, vecinos, compañeros de manera positiva y en armonía, en cada uno de los espacios que se comparte”; asimismo, tiene que ver con la “capacidad de desarrollar habilidades para poder convivir mejor y aprender a relacionarse de manera más positiva y más  feliz” (MINSA, 2013).


 "Una convivencia saludable favorece la salud mental y mejora la calidad de vida"





II. PROMOCIÓN DE CONVIVENCIA SALUDABLE


Existe la necesidad de fomentar la convivencia saludable en el entorno familiar, comunitario y educativo.

Convivencia saludable en la familia


La familia es la Instancia mediadora entre el individuo y  la sociedad; es el primer espacio  donde se construye la convivencia. Existen diversos tipos de familia, en ella el sujeto adquiere los valores y la concepción del mundo.

Según el MINSA (2013), existen prácticas importantes en la familia para fomentar la convivencia saludable.

  • Confianza                                                           Comunicación
  • Valores.                                                             
  • Respeto.                                                            Demostración de afecto
  • Consideración.                                       
  • Participación de todos los integrantes.                 
  • Amor                                                                 
  • Practicas igualitarias de género

Convivencia saludable en la comunidad

Una comunidad saludable es un espacio en el cual  sus actores se sienten involucrados y satisfechos de pertenecer a ese espacio físico y social. Una comunidad es saludable cuando sus autoridades escuchan a los ciudadanos y los hacen participes del cambio (MINSA, 2013)

Convivencia saludable en la escuela

Las instituciones educativas son centros de convivencia activa significativa. Es el lugar de la convivencia ciudadana donde se aprende las competencias para el pleno ejercicio de los derechos (MINSA, 2013)


Resultado de imagen de escuelaEn la vida escolar, los estudiantes se enfrentan con vínculos diferentes, y están sujetos a distintas  variables, desde lo personal, grupal hasta lo institucional, todas estas diferencias que el alumno encuentra impactan en su aprendizaje, por ello la convivencia saludable es parte central  del proceso educativo y “debe trabajarse para construir relaciones de intercambio y reciprocidad que permitan una vivencia educativa estructurada (Viscardi, 2012)

Es así que Viscardi (2012) afirma que si las instituciones educativas constituyen lugares de convivencia ciudadana donde se aprende a ejercer plenamente los derechos democráticos, es importante entonces impulsar iniciativas que en forma coordinada, favorezcan el logro de estos aprendizajes.

Asimismo, es importante transformar la convivencia desde la participación, es decir, construir normas colectivas, acuerdos y toma de decisiones en grupo. Esto supone una definición política y filosófica de la ciudadanía, en el sentido de que los acuerdos colectivos y el dialogo son base fundamental  de la integración  de una comunidad. (Viscardi, 2012).

¿Qué muestran los datos sobre el clima de convivencia en los centros educativos?

Los datos de la Encuesta Nacional de Convivencia en los centros Educativos realizada en el año 2010 tanto en estudiantes, docentes y profesores demuestran que estos tienen una percepción positiva: el 70 % de los estudiantes; que equivale a la mayoría, expresó sentirse satisfecho con el clima de convivencia, entre los docentes  el porcentaje de conformidad es mayor (90% define el clima como bueno o muy bueno en educación secundaria)


Fuente: Encuesta Nacional de Convivencia en los centros Educativos (2010) en MINSA (2013).



III. Factores que dificultan  y facilitan la Convivencia Saludable

Dificultan:

Entre los factores que dificultan la convivencia saludable se tiene la violencia, la ira, la intolerancia, la no aceptación de la diversidad, el miedo, la venganza, el odio, la envidia, los cuales pueden estar presentes en lo familiar, centros educativos o comunidad (MINSA, 2013)

Asimismo se tiene:

  • Los sentimiento negativos
  • La mentira, el individualismo,  el consumismo
  • La falta de respeto y la no consideración por el otro
  • El débil control de los impulsos

Facilitan

  • Los valores
  • La consideración
  • Ponerse en el lugar del otro comprender lo que sucede (Empatia)
  • Las emociones y sentimientos positivos.
  • La comunicación y el saber escuchar
  • Aprender a decir las cosas como tal  sin necesidad de herir los sentimientos (Asertividad)
  • Para tener la habilidad de comunicarse asertivamente, se debe practicarla y ponerla en uso en la vida diaria (MINSA, 2013).

IV.HABILIDADES PARA LA CONVIVENCIA SALUDABLE

Es importante el reconocimiento de ciertas habilidades para la CS, en la medida en que se reconozcan, se puede trabajar con ellas, aquí tenemos algunas de ellas según el MINSA (2013).

1Estilos de vida
Para lograr estilos de vida saludable se debe:

Evitar aquellas acciones que van en contra de su salud.
Identificar aquellas situaciones que favorecen la aparición de enfermedades
Realizar actividades que protegen la salud


"La práctica de estilos de vida saludables permite mayor bienestar a nivel físico, social y mental"





2. Autoestima
"Quien se ama y se reconoce puede ser capaz también de amar y respetar a su semejante.
Y también puede ser capaz de aprender a convivir en armonía y saludablemente"

3. Manejo de emociones
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4. Comunicación asertiva
Para llevarla a cabo es necesario poseer ciertas habilidades
  • Escucha activa
  • Empatía
  • Expresión eficaz
  • Expresión oportuna




"Utilizar positivamente la comunicación permite lograr armonía y paz entre los seres humanos y por ende una convivencia saludable"


5. Relaciones interpersonales y resolución de conflictos

El respeto, la solidaridad, la equidad y el buen trato son característica importantes de una convivencia saludable.



V. ELABORAR PLANES DE CONVIVENCIA SALUDABLE (MINSA, 2013)
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  • Los planes de convivencia pueden responder a acciones orientadas a la Promoción y/o acciones de intervención.
  • Para desarrollar las diferentes actividades y acciones se debe considerar explicitar en los instrumentos de gestión las acciones y actividades incluidas en el plan.
  • Se debe gestionar la capacitación de los/as docentes, padres-madres de familia.
  • Es necesario definir los procedimientos o flujos de intervención para situación de violencia o conflicto.
  • Se debe establecer alianzas estratégicas con otras organizaciones

El contar con Planes y Programas de Convivencia Saludable en los entornos, Familiar, Educativo y Comunitario, permite aportar a la construcción de espacios saludables llenos de armonía y de Cultura de Paz"


COMENTARIO

La convivencia saludable se ha venido trabajado desde distintos ámbitos, enfoques y ramas de la psicología, está arraigada a múltiples temas, como los estilos de vida saludable, democracia, salud mental, convivencia en la escuela, entre otros; sin embargo, resulta interesante abordar este tema desde el punto de vista de la psicología comunitaria, debido a la investigación-accion-participativa que esta utiliza. 
Creo que el mejorar la convivencia saludable, un buen indicador para crear comunidades y culturas donde exista la igualdad, respeto y consideracion por los demas. Nos queda mucho por hacer, sin embargo ya lo estamos intentando.


CONCLUSIONES
  • La convivencia saludable, implica relacionarse con los pares, padres, amigos, vecinos, compañeros de manera positiva y en armonía, en cada uno de los espacios que se comparte.
  • Existe la necesidad de fomentar la convivencia saludable en el entorno familiar, comunitario y educativo.
  • La familia es el primer espacio donde se construye la convivencia saludable.
  • Una comunidad que tiene convivencia saludable es un espacio físico donde sus  actores se sienten involucrados y satisfechos de pertenecer a ella.
  • Las instituciones educativas son centros de convivencia activa significativa
  • Existe factores que dificultan la convivencia, como los sentimientos negativos, individualismo, etc y factores que facilitan a convivencia como los valores, la comunicación, etc.
  • También existen habilidades para fomentar la convivencia saludable en el ámbito educativo, familiar y comunitario.
  • Los planes de convivencia pueden responder a acciones orientadas a la Promoción y/o acciones de intervención.

Enlaces



Bibliográfia
Viscardi, N. (2012). Proyecto central Promoción de Convivencia saludable. Administración Nacional de  Educación Pública. Montevideo. Recuperado de http://www2.convivencia.edu.uy/web/wp-content/uploads/2013/11/Documento-Difusión.pdf

Ministerio De Salud. Dirección General de Promoción de la Salud.  (2013). Modulo educativo de la promoción de la convivencia saludable en el ámbito escolar. Lima. Perú. Recuperado de http://bvs.minsa.gob.pe:81/local/MINSA/2469.pdf

Ministerio de Salud. Dirección General de Promoción de la Salud. (2005). Manual de Habilidades Sociales en Adolescentes Escolares. Lima. Perú. Recuperado de ftp://ftp2.minsa.gob.pe/descargas/dgps/compendio/pdf/007.pdf